Al principio sólo interesaba a tecnófilos ansiosos por tener lo último, pero poco a poco el tablet ha ido convirtiéndose en uno de esos productos con gancho para el gran público. Especialmente en ocasiones tan señaladas como las inminentes fiestas navideñas. Alternativas hay muchas, y todas por supuesto dicen ser la mejor. Así pues, nada más oportuno que tener en cuenta una serie de pautas y consejos antes de lanzarse a comprar uno de los "gadgets" que más de moda está.
Hace un par de años le regalé un netbook. Las últimas Navidades le compré un smartphone para que no se quejase más de que su teléfono no tenía WhatsApp. Y luego vino el lector de e-books, tras sus continuas insinuaciones sobre lo que le gusta leer y la pereza que le da cargar con libros en la mochila. Ahora, cómo no, ya se ha empeñado en otro cacharro: un tablet.
Probablemente el autor de estas ficticias consideraciones ya estaría a estas alturas mirando catálogos de tiendas de electrónica, comparando precios y características o pidiéndole asesoramiento al típico amigo que entiende de tecnología. Pero tampoco hace falta tener un familiar tan consumista para plantearse la posibilidad de regalar un tablet por Navidad, ya sea a otra persona o a uno mismo. Sea cual sea el caso, las siguientes líneas pueden servir al menos para orientarse entre la cada vez más creciente cantidad de modelos disponibles.
En esto de los tablets conviven varios formatos distintos, pero el más convencional consiste en otorgar todo el protagonismo a una pantalla táctil de unas 10 pulgadas de diagonal. Apple opta por una medida exacta de 9,7 pulgadas en proporción 4:3, más óptima para no perder demasiada anchura al sostener el equipo en vertical; el resto de fabricantes, con grandes excepciones, van a por las 10,1 pulgadas en proporción panorámica, más aptas para ver vídeos en apaisado y sin tener que recurrir tan a menudo a franjas negras por encima y por debajo del área de reproducción.
Sobre esta base, cada una de las dos "escuelas" arriba citadas aporta un modelo que destaca especialmente en un aspecto concreto de la pantalla: la resolución. Se trata del
iPad de cuarta generación (o iPad con pantalla Retina) y el
Nexus 10, ambos con una alta densidad de píxeles que agradecerán quienes usen el tablet para leer grandes cantidades de texto, ya sean libros o páginas web, por el extra de nitidez que aportan sobre todo al mostrar caracteres.
El iPad de cuarta generación (imagen superior) y el Nexus 10.
El primero se beneficia además de los rasgos distintivos de Apple: un diseño muy cuidado, un sistema operativo (iOS 6) visualmente sencillo y fácil de usar, y sobre todo el mejor catálogo de aplicaciones de terceros pensadas para el formato tablet. Su precio de partida, eso sí, es de 500 euros, mientras que el del Nexus 10 comienza en los 400 euros.
Con menos aplicaciones optimizadas que el modelo de Apple, el Nexus 10 será más del gusto de quienes prefieran una interfaz gráfica más elaborada y configurable (con "widgets" y notificaciones más completas) y poder añadirle contenido por USB sin tener que usar un software intermediario como iTunes. Además, emplea Android 4.2, entre cuyas prestaciones se encuentra algo que lo convierte en un modelo especialmente apto como tablet familiar: el soporte multiusuario. Lo malo es que sólo se puede comprar on-line a través de Google, y mientras se escriben estas líneas el "stock" está agotado.
Apple iPad 2
Foto: Álvaro Méndez (Quesabesde)
¿Y si no somos tan exigentes con la resolución? En ese caso el
iPad 2 sigue siendo una opción a tener en cuenta. Aunque carezca de prestaciones presentes en el iPad de cuarta generación como la pantalla Retina o el asistente de voz Siri, reúne la mayoría de alicientes de Apple arriba citados por un precio inferior: 400 euros.
También en los modelos basados en Android se puede sacrificar la resolución de pantalla del Nexus 10 para ahorrarse unos euros: el
Samsung Galaxy Tab 2 10.1 y el
Acer Iconia Tab A200, por citar un par de ejemplos, se mueven en tornos a los 300 euros. Y son opciones que mantienen un buen nivel de personalización, pero también son gráficamente menos fluidos y no emplean la versión más actual del sistema operativo de Google, por lo que carecen de prestaciones como el soporte multiusuario.
Sony Xperia Tablet S
Foto: Lucas Laó (Quesabesde)
Sony Xperia Tablet S
Foto: Lucas Laó (Quesabesde)
Las mismas contrapartidas pueden encontrarse en un modelo que no intenta distinguirse como tablet Android económico (pues arranca en los 400 euros), sino por las peculiaridades de su diseño. Se trata del
Sony Xperia Tablet S, caracterizado por un perfil que simula una lámina plegada hacia atrás por la parte superior. Un rasgo que le hace ganar en ergonomía, y que viene acompañado de resistencia a salpicaduras y un puerto de infrarrojos que le permiten convertirse en mando a distancia universal para muchos equipos centrados en el ocio doméstico audiovisual.
¿Una alternativa a iOS y Android? Quizás sea algo pronto para regalar un tablet con Windows 8, pues el sistema operativo acaba de nacer y aún cuenta con pocas aplicaciones de terceros. Pero propone una original interfaz de usuario basada en mosaicos, y fabricantes como Asus, Dell o Sony ya están desplegando sus modelos por los escaparates. Los precios, eso sí, arrancan en los 600 euros que cuestan los modelos basados en Windows RT, una variante no compatible con los programas pensados para la vieja arquitectura de Windows (aunque trae preinstalada una versión adaptada de Office).
Más pequeño pero más barato
Proporcionan menos espacio de visualización, prescinden bastante a menudo de la cámara trasera y de momento no hay modelos con pantalla Retina o similares. Pero son más ligeros, más cómodos de usar con una sola mano y -lo que puede ser más importante para muchos- cuestan menos que los tablets convencionales: unos 200 euros.
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